...Se asfixia en moldes apretados todo lo que respira o palpita
Ángel González
Ángel González
Hoy vibran los peldaños de la vieja escalera
con llanto de despedida,
como si lo supieran.
Voces de siempre, enmarcadas,
sin puntos y aparte,
escribirán el adiós como el final de una carta.
El profesor, por si el sonido entra por los ojos,
los cerró.
Por sus manos de tiza blanca, aire engalanado,
luz verdosa en la pizarra,
signos, números, Tales, Pitágoras,
baile postrero de infinitos,
eco secreto de las matemáticas.
___Sonrisa,
regalo de llegada y despedida,
no le abandones ahora (nunca lo hiciste).
___Tímida lágrima,
no intentes suicidarte, te lo prohíbo,
sería pecado llegar a tiempo___
En los poros de la puerta cerrada,
atrapados su Voz y su Silencio,
presión de un aire insatisfecho.
Fuera,
los jilgueros respirando aires de libertad,
saltan de rama en rama.
Al compañero Fernando Cabeza, maestro de matemáticas
con el que compartí lo que cuentan estos versos. 8-11-06
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