En el espejo, el sueño de los peces.
En el espejo, el olvido de las islas.
El sonido sin color
de una mano confusa
arañando la arena circular del tiempo.
El lento gotear de la neblina
cubriendo con su frío disfraz
el escándalo insomne de las sábanas.
Atraviesa el espejo
un susurro de aguas
de secretos inconfesables
tapiados en el fondo de los poros,
un perfil desgajado
de su imagen primera.
Derrotados, vencidos,
se rompen los espejos en silencio,
luego,
sólo queda
un pequeño vacío en la pared
y una niña olvidada
durmiéndose en la arena.
Yolanda Gelices.
Gracias por tu colaboración en el Blog, espero que así podamos conocernos todos algo mejor y esperar ilusionados el V Cuaderno. Un saludo. Norberto García Hernanz.
ResponderEliminarUn espejo devuelve la mirada perdida a través de los tiempos. Tú espejo además devuelve la imagen de la niebla perdida en la arena. Y ¿Cuántas más cosas devuelve todo lo que se mira en un espejo?...
ResponderEliminarTú poesía del espejo pega un sello en el mundo. ¡Enhorabuena!.
Lía
13 Marzo 2009