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jueves, 15 de julio de 2010

MI BOMBÓN






Ganas poco dinero,
mi amor.
Andas por la ciudad
con las manos
en los bolsillos
y el deseo
en la bragueta,
pero algo
tienes,
mi amor.
Aquí me tienes,
mi amor.
Me gusta
hacerme la tonta
en las fiestas,
pero mi nombre es Talento
y soy rubia, y
morena,
pelirroja y castaña,
de todos los
colores
del pensamiento.
Mi cintura
se cimbrea
a tu paso,
y te ama
siempre.
Siempre es mucho tiempo
para un polvo.
Mal oficio
escogiste en aquel
sueño,
mi amor.
En la riqueza
y en la pobreza,
en el amor
y en la enfermedad,
en el sexo
y en el desierto,
me dijiste.
Los que a mí
me eligen
tienen que estar
preparados
para el éxito,
la pobreza
y el éxtasis,
a veces para
todo a la vez.
Por ser mi novio
por ti suspirarán
las princesas
y las colegialas.
Yo te he dado
mi aliento
de fuego,
y fuego
sale de tus dedos
cuando me amas,
oh, deseado,
mi poeta, mi bombón.


Eduardo Martínez-Rico, 2010
Foto de E.M.R.

viernes, 9 de julio de 2010

PERTENENCIA





Ama, mi amor,
Niña mía,
Mientras te busco
En tu horizonte
De encajes.
Mira mi mirada
Mientras voy creando
El cielo que buscas.
Corre en tu prado
Al caer el día
Mientras juntos
Pertenecemos.


Eduardo Martínez-Rico, 2010
Foto de E.M.R.

domingo, 4 de julio de 2010

ANOCHE






Estoy harto de luchar,
Y sé que o abandono este
mundo voluntariamente
o siempre tendré
que luchar,
aunque sea
el hombre
más rico, poderoso
y agasajado
de la tierra.
¡Por qué
la gente
se aferra
tanto a esta
vida donde hay
más negro que
color?
¿Son estúpidos o masoquistas?
Es como amar
la esclavitud.

Mientras recibo
el palo espero
la siguiente
dicha. Mientras
tengo la nueva
dicha espero
el siguiente
palo. La vida
te enseña a
utilizar el
escudo, y ay
del que no
tenga espada.

Me canso de
ser hombre.
Soy pleno
unos días sí,
pocos, y otros
días, no, muchos,
según las épocas,
el viento.
Pero no por el interior,
por el exterior.
Siempre soy
pleno en mi
escritura, la
novia perfecta,
la novia-madre
que nunca nos engaña
ni nos regaña,
y siempre
tiene sus brazos
y labios abiertos,
para nosotros,
mi diosa.

Si yo me
fuera, que
me dejen en paz
los que me
han jodido
en vida,
que no hagan
con mis metales
sus medallas.
Yo los desprecio.


Eduardo Martínez-Rico

Foto de E.M.R.

miércoles, 23 de junio de 2010

AMOR, UN MENSAJE






Amor, te llamo
y no contestas.
¿Eres mi amor?
¿Es mi deseo
el que te inventó?
¿Me desprecias
o aún me quieres
si me quisiste?
Tu cara la tengo delante,
tu cuerpo navega mis dedos,
vives en los bosques,
en mi amada
tierra de la infancia.
Furioso y delicado
te hago el amor,
y tu sudor lee
mis labios,
y tus labios
escriben mi cuerpo.
Te mandé un mensaje,
mi amor.
¿Tan rápido se pasó
el capricho que nos une?


Eduardo Martínez-Rico, 2010
Foto de E.M.R.
Publicado en el blog "Los días de Ícaro"

lunes, 21 de junio de 2010

MI AMOR, MI VIDA, MI CUERPO


Mi amor, mi vida, aún no sé si te amo a ti sólo o amo a muchas mujeres. Mi amor, mi vida, qué rápido consumimos el corto tiempo que los dioses nos dieron para nuestro placer y embriaguez. Qué rápido toqué, acaricié, gocé tu cuerpo y tú el mío, qué rápido se escribió nuestra historia de amor, y qué esplendoroso fue su escenario. No lo valorábamos porque era nuestro paisaje, vivíamos en él, como vive el árbol, como vive el riachuelo. Tu coche era como un tren antiguo y tú disfrutabas conduciéndolo; yo no disfrutaba, porque bastante esfuerzo hacía en conducirlo bien, tan difícil, pero lo conseguía. Tus anécdotas, tus ocurrencias, tu pasado, tu sudor, tus jugos, nuestra forma de gozar, tan diferentes, tan y tan distintos, fue única. Detrás de ti hubo muchas mujeres; detrás de mí hubo muchos hombres, o jóvenes, o chicos, porque tú aún eras muy joven. Yo era joven, pero no ya tan joven. Estoy empezando a ser ese joven viejo que disfruta más en rememorar sus hazañas que en hacer otras nuevas. Ya cambiará todo. El mundo gira y en cada giro puede cambiar nuestra vida, aunque sea de forma pequeña, pero un cambio pequeño puede tener consecuencias grandes.
No lo sabíamos, pero hicimos de aquel verano, en tan poco tiempo, una obra maestra. Te veo con un bañador de nadadora, con un biquini que resalta tu moreno. Te veo leyendo un libro, con gafas de sol, en la zona de la piscina en la que no cubre, en la esquina, una imagen ideal para una campaña de fomento de la lectura.
Mi refugio, mi consuelo, mi pasión, es escribir, pero ¿por qué no puedo tener las dos cosas, mi escritura y tú? ¿Mi escritura no puede escribirte mientras te tiene, como hice aquella vez? Escribir sobre tu piel. Y yo, ¿qué te daba yo? Tú me dabas mucho, pero ¿qué te daba yo a ti? Juntos formábamos una pareja insólita y preciosa: el escritor y la aventurera. Siempre quise ser un hombre aventurero, y sólo algunas veces lo logré. Soy el aventurero del día a día. Éramos Apolo y Diana, la diosa de los bosques y de la caza, que en la mitología fueron hermanos, pero yo no quería, no quiero ser tu hermano. Yo quiero ser tu amor y amante, y tú un tiempo también quisiste serlo. ¿Por qué cambiaste de idea? Pienso que aún lo quieres ser. Estás invitada a este corazón, mi amor, mi vida, mi cuerpo.


Eduardo Martínez-Rico
Foto de E.M.R.
Publicado en el blog "Los días de Ícaro".

martes, 8 de junio de 2010

Besa el agua


Descansa, mi amor,
en el fondo del mar,
mientras yo aliso tus sábanas.
Besa el agua,
que soy yo,
mientras preparo la noche.
Recuéstate en la arena,
juega con el coral,
apoya la cabeza en la roca,
mientras yo apago la luz.
Ten cuidado, no te ahogues,
respira el aire del sueño,
déjate acariciar
por el delfín,
mientras yo velo por ti,
mi amor,
antes del placer.


Eduardo Martínez-Rico, 2010

viernes, 7 de mayo de 2010

EL VIAJE DEL EMPERADOR

EL VIAJE DEL EMPERADOR

Asoma sus garras
el crudo invierno,
los machos protectores
de una nueva vida.

Las hembras recorren
distancias kilométricas
con el deseo de almacenar
el máximo alimento.

Sufren los avatares
de los predadores
que consiguen su objetivo:
dejar a alguna cría
huérfana de madre.

Resulta su muerte ;
los padres esperan
durante largos meses
el regreso de la pareja.

Los huevos han eclosionado
bajo un manto de plumas
blancas como la nieve,
necesitan un sustento
para no fenecer.

Se distingue a lo lejos
siluetas a dos colores,
la alegría renace
en los cantos de ambos.

Ahora ellos marchan,
deben recuperar las energías
en un viaje hostil,
carentes de fuerzas.
Mª LUISA CALVO MARTÍN