
Amor, te llamo
y no contestas.
¿Eres mi amor?
¿Es mi deseo
el que te inventó?
¿Me desprecias
o aún me quieres
si me quisiste?
Tu cara la tengo delante,
tu cuerpo navega mis dedos,
vives en los bosques,
en mi amada
tierra de la infancia.
Furioso y delicado
te hago el amor,
y tu sudor lee
mis labios,
y tus labios
escriben mi cuerpo.
Te mandé un mensaje,
mi amor.
¿Tan rápido se pasó
el capricho que nos une?
Eduardo Martínez-Rico, 2010
Foto de E.M.R.
Publicado en el blog "Los días de Ícaro"
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