Una vez más
las ferias han terminado,
la plaza queda vacía
en un silencio amargo.
Ya no se oyen aplausos
por la faena del diestro,
ya no se escuchan vítores
halagando al maestro.
Las taquillas cerradas
en espera de otro evento,
los olés de cada tarde
se los ha llevado el viento.
Nostalgia de emociones
y puro sentimiento,
nostalgia de melodías
animando el ruedo.
Recuerdo la banda
amenizando la fiesta
mientras cantaban y bailaban
las diferentes peñas.
Mª LUISA CALVO MARTÍN